Estimados amigos y amigas,
Es un privilegio poder dirigirme a vosotros un año más para agradeceros el apoyo que mostráis hacía Sociedad Bíblica durante el 2024.
Este año, hemos sido testigos una vez más de la fidelidad de Dios. Gracias por vuestras oraciones que nos ayudan y sostienen día a día. Este año, la semilla del evangelio se ha seguido sembrando y somos testigos del cambio que supone en las vidas de las personas.
Al comienzo de cada año nos marcamos metas y propósitos que nos ayudan y enfocan en lo que queremos alcanzar. Este año celebramos un momento especial para la historia de Sociedad Bíblica: adaptar las Escrituras a lectura fácil fomentando que personas que tienen discapacidad y otras neurodiversidades (TDAH, Dislexia, etc) puedan integrarse y acercarse a Dios a través de la lectura. En noviembre presentamos 'Las Parábolas en Lectura Fácil'. Con este proyecto reafirmamos nuestro compromiso con la inclusión y la accesibilidad.
Asimismo, queremos poner especial atención a los esfuerzos desarrollados ante la catástrofe de la DANA en la provincia de Valencia. En medio del dolor y la pérdida, la comunidad cristiana se ha unido para llevar esperanza y consuelo a quienes más lo necesitaban. Gracias a vuestra solidaridad, hemos podido proporcionar recursos bíblicos y apoyo espiritual a los afectados, recordando que la Palabra de Dios es refugio en tiempos de adversidad.
Queremos también reconocer a los voluntarios, que han trabajado con pasión y entrega durante los meses de verano en Operación Tránsito. Su esfuerzo y dedicación han sido esenciales para seguir llevando la Palabra.
Cada meta alcanzada, que al inicio parecía un sueño lejano, ha sido posible gracias al Señor a través de vuestro apoyo y entrega.
Mirando hacia el futuro, confiamos en que Sociedad Bíblica seguirá siendo una luz que ilumine corazones y comunidades a través de la Palabra. Os animo a seguir siendo “sembradores de gracia”, implicándoos de forma activa en esta misión que transforma las vidas desde el interior.
Con profundo agradecimiento,
Lucas 8:5ª-8 “Un sembrador salió a sembrar una semilla… Y otra parte cayó en buena tierra, nació y dio fruto a ciento por uno. Y dicho esto añadió con voz solemne: El que tiene oídos para oír que oiga.”